“Costa Rica, un modelo sostenible de Prevención Combinada y Atención a la Población de Hombres que tienen Sexo con Hombres y Mujeres Trans” es el nombre de un proyecto pionero que arrancó en julio del 2015, con el objetivo de trabajar con esas dos poblaciones para contener la epidemia del VIH y reducir su prevalencia.
Desde su inicio, el proyecto, liderado por el Instituto Humanista para la Cooperación con los Países en Desarrollo (Hivos), y financiado por el Fondo Mundial de Lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, ha buscado crear un modelo de prevención combinada, es decir, que combine varios abordajes: un abordaje biomédico (por ej, que la población se haga pruebas de VIH), de comportamiento (como utilizar siempre el condón en todas las prácticas sexuales) y un abordaje estructural (consolidar grupos de apoyo y tratamiento médicos, entre otros).
Las organizaciones que han participado en el proyecto son: Asociación Esperanza Viva, Asociación TransVida, Asociación Demográfica Costarricense, Asociación La Sala y el Frente por los Derechos Igualitarios, y más recientemente la Asociación Diversidad de Género de Puntarenas. Por parte del gobierno han participado: Ministerio de Salud, Caja Costarricense de Seguro Social, Ministerio de Justicia y Paz, Junta de Protección Social, Defensoría de los Habitantes de la República y el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia.
En medio de todos estos datos, resaltan las historias de quienes han vivido el estigma y la discriminación social, el rechazo y hasta la violencia. Janeth, Pablo, Isamar y Tomás son parte de esta población que ha tenido que luchar para exigir sus derechos humanos, que se han atrevido a ser como son, sin ataduras, sin imposiciones sociales. Más allá de cualquier identidad de género, estado de salud o etiqueta, ellos y ellas demuestran que el respeto y el amor hacia el prójimo, hacia la riqueza de la diversidad, nos hacen crecer y tener una mejor sociedad. A ellos y ellas les agradecemos profundamente haber compartido sus historias, que brevemente resumimos acá.
#FreeToBeMe
#LibertadDeSer
Isamar Morales, nicaragüense, formadora en Transvida, 42 años. Isamar es una mujer trans que migró a Costa Rica desde los 20 años. Su vida ha estado llena de luchas, incluyendo el paso por la cárcel. Al día de hoy es una activa miembra de Transvida.
Janeth Salgado, nicaragüense, formadora en Transvida, 42 años. Janeth es una mujer trans nicaragüense quién, por falta de oportunidades, ejerció el trabajo sexual por más de 20 años, en la calles de Costa Rica. El lograr obtener su cédula, cambió su vida.
Pablo Ovares, diseñador y formador en la Asociación Esperanza Viva (ASEV), 38 años. Por más de 12 años, Pablo guardó como un secreto su diagnóstico de VIH positivo. Sin embargo, sufrió la discriminación y el estigma cuando esto se hizo público en un trabajo anterior. En ASEV se siente valorado y respetado y ha desarrollado sus habilidades como diseñador y formador.
Tomás Campos, psicólogo y formador en la Asociación Demográfica Costarricense, 25 años. Tomás es un hombre trans que se abrió paso para hacer su transición en una sociedad que comprende muy poco acerca de su situación. Hoy es activista y apoya a otros hombres que viven lo mismo.
Entrevistas y Textos por Gabriela Rodríguez/ Consultora en Comunicación