Por 12 años el trabajo de Jose fue recoger tiquetes en el parqueo Mesa Castro Limitada, en Heredia. En un día habitual de trabajo sintió un hormigueo que transitaba por su cuerpo, dos minutos después se desplomó en el piso de la casetilla. Uno de los clientes llamó a la ambulancia que lo llevó al Hospital. El doctor le explicó que el cáncer gástrico se mostraba invasivo y que era necesario operarlo de inmediato.
Las ruedas de su carretillo rechinan con un sonido metálico característico. Los recuerdos de su operación y su antiguo trabajo se desvanecen entre las bromas de sus actuales compañeros agricultores. Sobre sus hombros pasan cerca de cuatro toneladas de verdura que se colocan en los locales de la feria de Zapote, un peso ligero en comparación a la diabetes que lo acompaña.